19 de diciembre de 2011

Murphy según Marrón


“Si algo puede salir mal, me pregunto cómo habrá podido entrar.”

“Si una serie de sucesos puede salir mal, seguro que consigue un buen rating.”

“Cuando en la televisión sale un experto hablando de un tema, seguro que es experto en otra cosa.”

“La única vez que usted necesite de verdad usar esa enciclopedia tan grande y cara que compró sin motivo, no encontrará la palabra que busca.”

“Los intelectuales siempre caen del lado de la razón.”

“Si un intelectual puede decir algo sensato, dirá cualquier otra cosa.”

“La cantidad total de inteligencia del planeta permanece constante. Los intelectuales, sin embargo, siguen aumentando.”

“Los intelectuales tienen todas las respuestas a las preguntas que nadie formula.”

“La solución de un problema consiste en encontrar a un intelectual que explique que en realidad no hay problema.”

“Toda solución es definitiva hasta que deja de serlo.”

 “Si la Ley de Murphy puede salir mal, ya no se puede creer en nada.”

 Vladimiro Marrón (recogido en SOCO URTIZBEREA, J.P. Pensamiento vivo de Vladimiro Marrón. Ediciones Libreta de Notas, Buenos Aires, 1995.)

14 de diciembre de 2011

Historia de un presente histórico


Avejentado, originalmente cargada por My Buffo XP.


Cathago delenda est, como decía el Gran Catón. Lo que me lleva a reflexionar sobre la historia, la Historia, el presente, el pensamiento sobre la Historia y lo que significa hacer Historia.

Decía el famoso historiador Tabb Capslocke que “la Historia se escribe en pasado”. Conocida es la posición de este investigador, creador de múltiples publicaciones y, especialmente, de magníficas obras de divulgación, algunas de ellas auténticos best-sellers: según Capslocke, la Historia necesita reposo, análisis, dejar transcurrir el tiempo, tomar distancia. El pensador estadounidense no creía que fuera posible historiar acontecimientos recientes, máxime si sus principales protagonistas y testigos permanecían aún con vida (ni qué decir si permanecían aún con ambiciones de poder). Para el historiador, la existencia de conflictos presentes anulan las posibilidades del trabajo realmente científico que atañe al académico; incluso sus propios intereses como ciudadano pueden influir en el juicio del historiador sobre los hechos inmediatos.

Es común leer y oír que “vivimos momentos históricos” o que “asistimos a un hecho histórico” o que “tal cosa hará Historia”. Esta pretensión presente de aventurar lo que será importante para la humanidad de siglos venideros no pasaría de una mera invocación retórica, de un delirio de grandeza o de una apuesta incierta (errare humanum est), si no fuera por que cuenta con numerosos profesionales de la Historia dispuestos a secundar tales atrevimientos: a diario se publican libros y artículos apoyando estas tesis absurdas. Creo que es imperioso separar el pasado y la Historia, por un lado, del presente y la Política, por el otro. De manera tajante. Y ya.